Pequeños secretos para ser un merza. 2ra entrega

Nuevamente el profesor Varillón, catedrático de la Universidad de Ciudadela, nos pone a prueba en este mundo del saber y nos da pautas claras para saber si somos o no grasas.
En esta nueva entrega nos dice que accesorios hay que usar.

Anteojos negros o espejados.

Los anteojos son una señal clara de que estas en el borde. Hoy existen incluso falsos Rayban que ya te pintan como un grasita en potencia.

Cinturón de hebilla con iniciales del nombre o hebilla texana.

Si tu cinturón brilla en la trompa con las iniciales de tu nombre o te crees el Texas Ranger Chuck Norris, no tenes vuelta atras, seguro escuchas a Los Charros.

Cadenitas, muchas cadenitas de oro.

Oro o simil oro. Lo importante es parecerse a Mr. T en pleno barrio.

Pulseritas, también de oro, si tiene grabado tu nombre, mejor.

Este punto tiende a desaparecer con las pulseras de plástico grasas onda Pupi Zanneti.

Anillos con sello, iniciales o piedras.

El único que puede usar anillos asi es Linterna verde, si vos por casualidad en este momento te estas mirando las manos y tenes este tipo de anillo, lo sentimos, estas de nuestro lado.

Perfumarse con el mismo desodorante o antitranspirante, (el inconfundible axe)

No comprendiste que las minas de la propaganda estaban pagas y que a vos nunca te iban a dar pelota. Entonces, si te seguis perfumando con Axe sos habitué de casas de burlesque.

Tatuajes futboleros, Madre, Cacho y Mabel, vírgenes, corazones con flechas, etc.

El tatoo nos marca tal cual somos, sabemos que lo mas importante en la vida es la viejita, pero ya ponerse mamá en un brazo nos parece mucho. ¡Grasaaaaa!

Gorras con la visera para atrás.

Hoy también se encuentran de moda la visera que te deja la peluca al viento. Eminem solamente tiene derecho a usar la gorra así.

Celular con Ring-tones bailanteros.

Celulares de $900 con un ringtone de Nestor en Bloque es lo más. En el Sarmiento en horas pico quedás como el mejor. Eso si, no podes quedas desactualizado con las bandas.

Infaltable, carterita debajo del brazo.

Si te quedaste en la época de Rolando Rivas taxista o admiras a ese chofer de la línea 60, ya no tenes nada que hacer. Entregate al movimiento grasa y juntos seremos mucho más felices.

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